Como en la mayoría de los lugares a los que nos desplazamos, en Cabra volvimos a encontrar a muchísima buena gente. Empezando por las familias de Diego y Mariceli, y por supuesto sus muchísimos amigos, algunos de los cuales ya conocemos de otras bodas. Diego se vistió en el pueblo de La Rambla, y Mariceli en Cabra. La ceremonia tuvo lugar en la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, y fue oficiada por el querido don Francisco. Posteriormente la celebración en la Hacienda la Vereda, en el que era complicadísimo dejar de hacer fotos ya que por todas partes había detalles. Un cielo con algunas nubes pero las suficientes para dejar pasar algunos rayos de luz, y que ofreció algunas estampas impresionantes. Se respiró alegría durante toda la celebración. Un lujo haber estado allí, y un placer volver a pisar las estribaciones de la sierra de Córdoba para contar la historia de dos personas enamoradas. Dentro de los integrantes del grupo musical hay alguna cara muy conocida.