La última boda del año ha sido este fin de semana, con un sabor muy especial. Una ceremonia llena de sinceridad, emociones y sorpresas. Una celebración llena de encuentros y alegrías, y como colofón la actuación de un grupo que siempre levanta pasiones allí donde va, Malamanera. Desde aquí un beso enorme Mari Tere y Emilio y gracias por confiar en mi fotografía.